El Instituto del Quemado asiste a 25 pacientes por día. El 10 por ciento de las atenciones son por caño de escape. El sol sigue quemando igual y hay riesgo con las camas solares. Un detalle no menor: 12 médicos sostienen todo el servicio
Enero en Córdoba es mundialmente conocido por el calor. El sol abrasador de la calle o el tufo insoportable de los ambientes hacen la vida pesada, y más cuando uno no tiene la dicha de estar en un río disfrutando del verano. Pero a veces suele ser uno el que genera calor y una quemadura por sol, por moto o por accidente convierte al primer hogar del hombre, su propio cuerpo, en un hervidero.
Los reportes del Instituto del Quemado de Córdoba hablan de un incremento inusual de pacientes en el mes que pasó. Durante enero se asistieron a 778 pacientes (25 por día). Y en jornadas puntuales, como el 10 de enero, se registraron picos asombrosos de 156 lesionados. En absolutamente todos los casos, las quemaduras deberían haber sido evitadas.
La tarea en el Quemado es por lo general intensa. Pero se agudiza en los meses de calor por varios factores. Crecen los incinerados con el Astro Rey y además, los lesionados con el caño de escape. Durante todo el 2010, 4.305 personas ingresaron por primera vez a la guardia. El 10 por ciento de ellos, se quemó con la moto.
Me arde. Es tan fácil de evitar como ponerse un pantalón largo y zapatos cerrados. Pero sea por descuido, desconocimiento o accidente, 430 personas al año se queman con el caño de escape. Enero también dio un pico de incinerados, con 166 asistencias en todo el mes. El 68 por ciento de los lesionados fueron mujeres.
La mayoría de los quemados por caños de escape fueron acompañantes. Llevaban pantalones cortos y sandalias. También se registraron casos de quemaduras accidentales.
«Necesitamos una ley que obligue a los fabricantes a proteger los caños de escape. Eso reduciría sustancialmente la cantidad de quemados», opinó Domingo Ríos, jefe del servicio. Los protectores más eficaces se fabrican con fibra de carbono, lo que encarecería el precio del rodado pero ganaría en prevención.
Cuestión de demanda. El presidente de la Cámara de la Motocicleta de Córdoba, Paulo Graglia, reconoció que existe un problema con los accidentes de moto en la vía pública, pero negó que exista una gran demanda de protectores de caño de escapes. «No hemos registrado pedidos de ese tipo. De lo contrario, los fabricantes ya se hubiesen puesto a trabajar», afirmó.
Graglia comparó la cantidad de quemados anuales con el total de motociclistas: «En la ciudad de Córdoba hay 200 mil motos. Estimamos que son 300 mil motociclistas. Si son 430 los quemados por año, nos da un 0,14 por ciento del total».
Especialistas del área de salud indicaron que además del número de motociclistas quemados, es preocupante el grado de las lesiones. «Este tipo de lesiones son muy complicadas, son de grado tres, muy profundas. Por lo general los pacientes necesitan hospitalización, injertos y quedan inhabilitados para trabajar de uno a tres meses», explicó Damián Andrade, jefe de guardia de los jueves, del Instituto del Quemado.
El Astro Rey, a full. La cantidad de quemados por exposiciones al sol sigue siendo preocupante. Tres personas por día llegan a la guardia con graves incineraciones. Durante el mes de enero, el servicio dio asistencia a 95 personas (42 hombres, 51 mujeres y dos niños).
La mayoría de los quemados por sol reportaron quemaduras de primer o segundo grado (más superficiales) pero estas alcanzaron el 60 por ciento de la superficie corporal. La zona comprometida pierde líquido, entonces el paciente acude deshidratado, con mareos y cefaleas. Muchos requieren internación.
«El problema del sol es a largo plazo, porque desata cáncer. Las exposiciones son acumulativas, o sea que si te quemaste una vez, esa lesión te queda de por vida en el cuerpo», explicó Margarita Campos, titular del Banco de Piel de Córdoba.
Las camas solares también preocupan. El 8 de diciembre ingresó una mujer a la guardia con el 30 por ciento del cuerpo lesionado. Aunque la incidencia de estos casos es menor que los expuestos al sol, el problema puede aparecer a largo plazo. «La cama solar es tan cancerígena como el gas mostaza. Ya están reguladas en la mayoría de los países desarrollados», agregó Andrade.
La gran demanda de asistencia en el Quemados no se replica en un refuerzo del servicio. Un plantel de 12 médicos se encarga de atender a todos los ingresos por guardia, más los de quirófano y consultorios externos, según fuentes del servicio.
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«Supe que era grave cuando vine a la guardia»
El dentífrico para las quemaduras tiene la misma fama curativa que el barro para la picazón de abejas. Pero a Daniel no le sirvió. No sólo le resultó inútil el recurso, sino que también le complicó la herida.
Daniel estaba entrando la moto de su amigo cuando tuvo el accidente. El rodado no era pesado, tenía 110 de cilindrada y parecía fácil de trasportar. El chico levantó la moto por atrás, la movió y cuando menos se dio cuenta, la tenía encima.
«Quise entrar la moto de mi amigo al garaje de mi casa. Pero se me cayó encima y quedó atrapada justo entre la pared y mi pie. Yo vi que me lastimó pero sólo me di cuenta que era grave cuando vine a la guardia», comentó el joven de 19 años.
La quemadura del caño de escape le dejó una herida profunda. Daniel la cubrió con pasta dental y se fue a dormir. Cuando al tercer día fue a la guardia del Quemado, los médicos le dijeron que tenía la herida infectada. «Me dijeron que tenga paciencia. La herida va a tardar en curar», agregó.
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Novedosa técnica para cáncer de piel
Una novedosa técnica para extraer tumores malignos de piel comenzó a implementarse en Córdoba. Se trata de la Cirugía Micrográfica de Mohs y se utiliza en los casos más agresivos de melanomas. En Córdoba ya se realizaron 25 intervenciones de este tipo.
La cirugía se realiza por estadios. Se quitan los tumores en capas. En cada etapa, las muestras se analiza en el microscopio. Un patólogo localiza las células con tumores. Y se sigue operando hasta que no quedan evidencias de las células malas.
«El porcentaje de curación es entre el 98 y 99 por ciento. Además se saca la menor cantidad posible de tejido sano», explicó el cirujano Luis Esteban Criado del Río.
La operación es más larga que una cirugía convencional. Cada intervención se realiza con una crióstato, un aparato que permite localizar en forma precisa la ubicación de cada célula tumoral.
«Con una técnica convencional hay menos chances de detectar células tumorales que no tienen síntomas», explicó el especialista.
La técnica de Mohs se realiza en la Clínica de Enfermedades de la Piel, ubicada en Rivadavia 57, de la ciudad de Córdoba.
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