Se fracturó el cráneo y está internado con pronóstico reservado. Estaba trabajando en un balcón de calle Ayacucho.
Salustiano Delgadillo, el obrero que salvó milagrosamente su vida luego de caer del piso 12 de un edificio en construcción, debió ser internado en terapia intensiva debido a la detección de una fractura craneal.
Es que nadie (ni sus compañeros, ni su esposa, ni los médicos) puede entender cómo este trabajador de la construcción, de 30 años de edad, salvó su vida tras caer desde lo más alto de un edificio. En principio, se habló de «milagro» dado que aparentemente no presentaba ni siquiera fracturas y en el Hospital de Urgencias hasta se habría especulado con la posibilidad de que el trabajador fuese dado de alta hoy.
Sin embargo, anoche fue derivado al Sanatorio Allende y allí el panorama médico cambió de manera brusca. «El paciente presenta fractura de hueso occipital y politraumatismos», expresó un parte, lo que, de antemano, descartó cualquier posibilidad (e ilusión) de que Delgadillo regresara hoy a su domicilio.
Delgadillo es boliviano, albañil especialista en realizar las terminaciones en yeso.
Cómo pasó. Todo ocurrió ayer muy temprano (a las 8.30), cuando el puñado de obreros que desde hace casi un año trabaja en el edificio de Ayacucho escuchó «un grito largo» seguido de «un ruido fuerte».
El grito, calculan, fue de Delgadillo tratando de agarrarse de lo que fuera que hubiera entre el piso 12 y la vereda. El ruido, su cuerpo atravesando la protección de madera que está colocada en el primer piso y que, al «frenarlo», le habría salvado la vida.
«Se están tratando de establecer las causas de la caída. Es muy extraño porque no estaba realizando tareas riesgosas. Cayó desde un balcón que tiene la baranda colocada porque el edificio está en un 80 por ciento terminado», indicó a Día a Día Rafael Calama, responsable de Seguridad de la Unión de Obreros de la Construcción (Uocra). «No hemos podido hablar con él para conocer más detalles, pero se especula que se podría haber resbalado con unos caños que hay en el lugar», agregó.
Otra versión dice que estaba preparando unas herramientas y, al mismo tiempo, alguien le quiso acercar un balde. Al recibirlo, perdió el equilibrio y no puso sostenerse en pie.
En la caída, Delgadillo se salvó de la muerte por tres hechos encadenados: se fue tomando de una media sombra mientras iba cayendo; en el quinto, se frenó más al «manotear» una baranda; y en el primero, traspasó una protección de fenólico que lo ayudó a llegar con mucha menor velocidad al piso. Igualmente, para su mujer y para todos los compañeros de trabajo, la explicación es más mística: «un milagro, volvió a nacer».
Dónde. El edificio está en Ayacucho 163, entre Caseros y 27 de Abril. Lo construye la firma Arturo V. Pucheta, la que, según la Uocra, tiene todos los papeles en regla en materia de registro de los empleados y seguros de trabajo. Hasta el lunes, estará clausurado.
Hoy habrá novedades sobre la evolución de la salud del trabajador, que no sufrió golpes menores en la caída.
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