El oficialismo va por una suba sin sorpresas, juntos por Córdoba dice tener 16 votos para sacar la tarifa. El boleto urbano se irá de $ 9,15 a $ 12,55.
“Está todo bajo control. No creo que vaya a haber sorpresa”. Con estas palabras, que denotaban cierta seguridad, uno de los referentes de los concejales de Juntos por Córdoba daba ayer por la tarde como un hecho que el oficialismo podrá votar hoy sin sobresaltos la suba del boleto de transporte urbano de Córdoba.
La sesión especial está convocada para las 8, y el oficialismo necesita mayoría simple (sus 16 votos propios, si es que hay asistencia perfecta de los 31 ediles), para llevar el boleto de los 9,15 pesos actuales a 12,55 pesos.
La intención del Ejecutivo es que ese incremento del 37 por ciento rija lo antes posible.
Se descuenta que la oposición en su conjunto votará en contra de la suba en la tarifa, a partir de la opinión adelantada ayer en la Comisión de Servicios Públicos, adonde concurrió el secretario de Transporte, Julio Waisman.
Ese funcionario reiteró que el precio de 12,55 no es una tarifa política y que surge de la fórmula polinómica vigente.
También remarcó las variables del “costo Córdoba”: los choferes trabajan siete horas en lugar de ocho y eso incide en un 15 por ciento en la tarifa; y que el sistema recibe subsidio cada tres choferes por coche, pero tiene un promedio de 3,6 empleados por unidad.
El funcionario también comparó que cada línea urbana recorre un promedio de 56 kilómetros (en 3,5 horas), mientras que en Buenos Aires pagan seis pesos por recorridos de sólo tres kilómetros.
A favor del sistema, señaló que en los últimos tres años creció la cantidad de pasajeros: sendos cinco por ciento en 2014 y 2015 y un dos por ciento este año.
Desde la oposición, Tomás Méndez (ADN) argumentó que desde 2012 el boleto “aumentó un 402 por ciento, mientras la inflación Congreso fue de 152 por ciento”. Y sugirió que el municipio utilice parte del crédito en dólares que tomó en el exterior para subsidiar el servicio.
Respecto de los costos para los usuarios, Waisman argumentó que el municipio hizo durante 13 meses “el esfuerzo para no aumentar” la tarifa y recordó que sólo tres de cada cuatro usuarios pagan tarifa plana. Los demás tienen bonificaciones o tarifa cero. “Si todos pagaran igual, la tarifa bajaría 1,50 peso”, calculó.
Por su lado, Martín Llarena, (olguismo) criticó que el Tribunal de Cuentas no envió la auditoría pendiente sobre las tres empresas antes de que se defina la nueva tarifa. “No cumplen frecuencias y en lugar de tener todos los coches con ramplas para discapacitados, lo pusieron en sólo el 26 por ciento de la flota. Es plata que se quedan las empresas”, reclamó.
A su vez, el peronista Esteban Dómina volvió a cargar contra la “sustentabilidad económica” de un modelo que –a su criterio– no logra aumentar la cantidad de usuarios y resuelve siempre esa ecuación subiendo tarifa”.
“El corte de boletos está estancado en torno a los 179 millones de pasajeros mensuales, muy lejos del millón diario que tenía hace 20 años”, comparó.
Waisman le replicó que la ciudad “es otra”, y que, entre otros factores, hoy el parque automotor suma un millón de unidades y un crecimiento anual de 25 mil.
Argumentos cruzados. Juntos por Córdoba necesita hoy mayoría simple. Puede obtenerla con sus 16 ediles, o con menos, si hay ausencias opositoras. Los 15 ediles opositores anticiparon que votarán contra la suba de tarifa.
Fuente: La Voz
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