En 15 días, el municipio comenzará a entregar las nuevas tarjetas. Se podrán usar en todas las líneas del transporte urbano.
El intendente Daniel Giacomino prepara el «entierro» definitivo del cospel con la implementación de la nueva tarjeta del transporte urbano –la que estará en dos semanas en la calle– con una invasión de plásticos gratis que se repartirán en los CPC, en el Cabildo Histórico, en el Registro Civil y en las bocas de expendio actuales.
El nuevo diseño de la tarjeta sin contacto tendrá imágenes de La Cañada y del Parque Sarmiento, los dos modelos a través de consultas realizadas a la empresa Siemens, que se quedó con la logística de este sistema prepago por otros 10 años, y a las autoridades de la Secretaría de Transporte municipal.
El cospel lleva 26 años en los bolsillos de los cordobeses, desde que en abril de 1985 el entonces intendente Ramón Bautista Mestre lo lanzó bajo la distribución de Emir S.A. Daniel Giacomino quiere, el 10 de diciembre próximo, entregar la gestión municipal a Ramón Javier Mestre, justamente al «hijo del creador» de las fichas urbanas, con un nuevo sistema de cobro y convertirse así en el «jefe del gobierno local que les puso fin.
«Le he dicho al intendente Giacomino que yo seré la cordobesa que se quedará con el último cospel, y él con el penúltimo», graficó la secretaria de Transporte municipal, Marisa Dasso, para asegurar que esta vez «sí» será el final definitivo de las fichas en los colectivos.
Plan de acción. Para concretar este cambio, con un uso tan arraigado en la costumbre de los cordobeses, la «sepultura» del cospel está en plena marcha con un calendario de medidas para retirarlo cuanto antes del mercado. Este medio tuvo acceso al plan de acciones que la empresa Siemens le sugirió al intendente Giacomino, y al que acompañaron las autoridades de Transporte.
En la primera quincena de octubre se cumplirá con el inicio de una «lluvia» de tarjetas sin contacto, las que serán entregadas de manera gratuita en las 300 bocas de expendio actuales, más las que se darán en los CPC y en otros puntos a confirmar. Para retirar el plástico, los usuarios deberán cumplir con algunos requisitos básicos, como dar cuenta de su número de Documento Nacional de Identidad (DNI) para que, en caso de ser extraviado o robado, se pueda recuperar el dinero cargado.
El «entierro» del cospel empezará la semana próxima con la idea de que en octubre quede aceitado el mecanismo de reparto. Así, los pasajeros podrán obtener su tarjeta siempre que realicen una carga mínima de cinco pesos, vale decir, el equivalente a dos viajes en las líneas urbanas, o a uno en los diferenciales.
Una vez que los pasajeros tengan en su poder la tarjeta, podrán usarla en cualquiera de las empresas: Coniferal, Ciudad de Córdoba y la estatal Tamse. Los usuarios que actualmente cuenten con una tarjeta podrán seguir utilizándola, aunque no tendrán el beneficio que sí tendrán las nuevas para recuperar el crédito en caso de extravío.
Hoy viajan cada día en los colectivos urbanos unos 640 mil cordobeses, de los cuales sólo un 20 por ciento paga los viajes con tarjeta. Por esa razón, la Muni prevé «inundar» el mercado con los nuevos plásticos para cambiar rápidamente el medio de pago.
Las autoridades esperan que en octubre «coexistan» la tarjeta actual, el plástico nuevo, más los tradicionales cospeles. Pero las fichas estarán en baja y se disminuirá la entrega en las bocas de expendio para que los pasajeros queden «obligados» a llevarse el plástico sin costo.
El director de Transporte municipal, Marcelo Carelli, le explicó que la idea es captar a los pasajeros más frecuentes. Los cospeles empezarán a desparecer en forma proporcional a la aceptación de la tarjeta: a más viajes que se realicen pagando con dinero plástico; menos fichas que Siemens enviará a los puntos de venta.
También se conoció que se sumarán a los 300 puntos de venta ya existentes, otros 300 que sólo venderán los nuevos pases. Las autoridades confiaron en que el plan integral de readaptación llevará 180 días, pero que en diciembre el cospel ya tiene que estar erradicado.
Siemens deberá cumplir con la promesa de instalar en todo Córdoba 1.500 puntos de venta. Por esta razón, habrá una campaña de difusión y de entrega de mapas a los vecinos para ubicar los sitios de compra de tarjetas.
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El adiós definitivo llegará por la noche
El cospel empezará a estar «cercado». Así, a fines de octubre sólo se podrá pagar el boleto de los viajes nocturnos con tarjeta. Las fichas no serán recibidas por los choferes. Después, se avanzará de lleno con el «destete» final para noviembre.
Desde Transporte confiaron en que la tarjeta será un medio de pago más seguro. «La nueva tarjeta traerá tranquilad y seguridad al sistema porque se puede bloquear el uso en caso de robo como si fuera una tarjeta de crédito. Además, las empresas ya no tendrán que trasladar los cospeles, se evitará que circulen fichas truchas, y en los cambios tarifarios no habrá especulaciones», precisó Carelli.
El plástico tendrá una aplicación tecnológica que le permitirá al próximo intendente sumar otros usos, como por ejemplo promociones y pago de las tasas municipales. Todo ello quedará en manos de Ramón Mestre. En el Concejo Deliberante, el radicalismo cuestionó con dureza la firma con Siemens, cuando, en pleno proceso de licitación, la empresa Roggio, asociada para implementar el sistema, decidió apartarse del servicio.
Por lo pronto, el próximo «inquilino» del Palacio 6 de Julio ya anticipó que «revisará» todo el contrato del futuro sistema.
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Un sistema con 20 años de «mala suerte»
La tarjeta electrónica tuvo su primera versión en 1991, durante la gestión del radical Rubén Martí.
Red Bus estuvo a cargo de la primera experiencia, pero hubo muchos problemas por su alta sensibilidad y errores, lo que enojó a la UTA.
En aquel momento, sólo había 150 puntos de venta de tarjetas. Recién el 20 de febrero de 1992 se extendió el sistema a toda la flota. Ese año alcanzó su pico más alto en el uso, con el 30 por ciento del sistema.
Sólo el 10 por ciento de los usuarios utilizaba la tarjeta electrónica en 1994. La mayoría, boletos universitarios.
Hoy es un medio usado casi en su mayoría por pasajeros que pagan el boleto social y escolar. La mayoría de los usuarios son jóvenes; los adultos todavía se resisten mucho..
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Cómo conseguir la nueva tarjeta
Se entregarán 600 mil tarjetas en las bocas de expendio actuales, en los CPC, en el Cabildo Histórico y en el Registro Civil, desde octubre.
Tendrán imágenes de La Cañada y del Parque Sarmiento.
Como condición para recibirla habrá que presentar el DNI y cargar al menos dos viajes. ($ 5). Serán personales.
Se ampliará la cantidad de puntos recarga, pasando de 300 a 1.500, con especial atención en los barrios.
Los nuevos plásticos podrán recibir cargas virtuales.
Si un usuario tiene la tarjeta actual, podrá seguir utilizándola, pero no podrá reclamar a Siemens el crédito perdido en caso de robo o extravío.
Durante octubre «convivirán» el cospel, el plástico nuevo, y la tarjeta actual.
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