En Córdoba, hay fábricas que pasarán de pagar un millón a tres millones de pesos por mes. En las entidades empresariales consideran que Buenos Aires continuará conservando una ventaja competitiva apreciable en las tarifas. Planteos ante la UIA.
Las industrias cordobesas comenzaron a recibir en las últimas horas las facturas por los consumos eléctricos de febrero, con aumentos que arrancan en el 150 por ciento y llegan al 200 por ciento.
Estos incrementos implican, en no pocos casos, sumas millonarias por erogar en un momento complicado para el financiamiento por la suba de las tasas de interés. En parte deberán ser trasladados a precios o absorbidos en los costos.
En el Parque Industrial de Ferreyra, un conglomerado donde funcionan 10 industrias de distintos rubros, ya calcularon que de los dos millones de pesos que pagaban hasta enero, pasarán a tener que afrontar una factura de seis millones.
También en el Parque Industrial de San Francisco, otro de los polos productivos de Córdoba, los cálculos ubican la suba tarifaria en el 150 por ciento.
A nivel individual, una gran láctea del noreste provincial ya estimó que de los 570 mil pesos que pagaba, ahora la boleta que esperan para hoy o mañana se irá a 1,6 millones de pesos.
Nada que no se sepa, pero las cifras son llamativas por sí mismas.
Dos caminos
El ajuste en las tarifas eléctricas de la industrias llega por dos vías, ya que se trata, por un lado, de la eliminación de los subsidios nacionales y, por otro, de la incidencia del valor de distribución que aplica la distribuidora provincial, que oscila entre el 10 por ciento y el 15 por ciento.
En su momento, desde Epec se explicó que el costo del megavatio pasaría de 100 pesos a 700 por la actualización del valor de la energía mayorista donde simplemente traslada el costo, lo que en la jerga de los técnicos se denomina pass through .
Las empresas que más sentirán el golpe son aquellas con consumo de potencia superiores a los 300 kilovatios, aunque el valor final depende también del horario en el que se produzca la demanda.
Gabriel Milesi, gerente del Parque Industrial de Ferreyra, indicó que según proyecciones, ese predio pasará de pagar dos millones a seis millones. La factura se divide proporcionalmente entre las plantas fabriles radicadas en el lugar.
La fábrica de helados Helacor, una usuaria intensiva de energía, ya recibió una factura con un incremento del ciento por ciento. Pasó de 1,3 millones mensuales a 2,6 millones.
Otra alimentaria, Manfrey, situada en Freyre, pasará de 570 mil a 1,6 millones, indicó su presidente, Ercole Felippa, quien a la vez es vicepresidente de la Unión Industrial de Córdoba (UIC).
Esa proporción es similar a la del frigorífico Logros, en Río Segundo, que pagaba 500 mil pesos y se irá a 1,5 millones.
¿En cuánto impacta en el precio final de los productos? Depende del rubro donde se encuentre parada la compañía.
“Creo que antes la energía era barata, ahora no es que resulte carísima, pero sí es un costo que comenzamos a tener en cuenta”, dijo a La Voz del Interior un industrial cordobés.
Una inquietud adicional, que ya se trabaja en el seno de la UIC para impulsar gestiones a nivel oficial, es la falta de equiparación en los costos eléctricos entre una gran jurisdicción como Buenos Aires con Córdoba. La alimentación lo ve claramente. El alquiler de una cámara de frío en aquella provincia, aún con el aumento, está un 20 por ciento más bajo que en Córdoba.
Análisis nacional
Ayer, la junta directiva de la Unión Industrial Argentina “analizó el impacto del ajuste de las tarifas eléctricas en las industrias en general y particularmente en los 7.500 establecimientos industriales afectados por los nuevos cuadros tarifarios”, señaló en un comunicado.
También fueron evaluadas la crisis de Brasil y la marcha de las paritarias.
Fuente: La Voz
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