La tarifa pasará a costar $ 8,25 y seguirá siendo la más cara de todo el país. Los bloques de la oposición votaron en contra. Fuera del recinto protestaron agrupaciones de Izquierda. Taxis y remises, también más caros. Indignación de los usuarios.
En medio de protestas de agrupaciones de Izquierda y duros cuestionamientos por parte de la oposición, el oficialismo aprobó esta mañana la suba del boleto urbano de pasajeros, que pasará de los actuales $7,15 a $9,15, para quedar finalmente en $8,25 con subsidio, lo que representa un aumento del 27 por ciento.
El “tarifazo” alcanza también a los precios de los viajes en taxis y remises, que subirán un 26 por ciento. La bajada de bandera de los “amarillos” en horario diurno costará $ 14,70, y la ficha 0,73.
La tarifa nocturna será de $ 16,15. En remises la bajada de bandera diurna será de $ 15,05 y la ficha saldrá $ 0,69. En horario nocturno aumenta a $ 16,80 y 0,75, respectivamente.
“Entre todos los aumentos, la suba asciende al 376 por ciento, muy por encima de los índices de inflación, este es otro golpe a los bolsillos”, se quejó la legisladora Luciana Echevarría (MST-Nueva Izquierda). Y agregó que “quienes levantan la mano para votar jamás suben a un colectivo y no saben que el sistema es realmente deplorable”.
Denuncia judicial. El exconcejal de UPC, Elvio Sahaspe, presentó por su parte ante la Justicia una demanda para que el fiscal investigue la comisión de ciertas irregularidades que denuncia en la ordenanza para justificar la suba del pasaje.
Según Sahaspe, aquí se “aumentan los costos de funcionamiento” como el caso del gasoil y se desinfla el monto del dinero de los subsidios que reciben del Gobierno nacional.
Las denuncias y las pruebas aportadas están en manos de la Fiscalía, que deberá determinar si existe en estas maniobras denunciadas la comisión de algún delito.
Fuente: La Mañana
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