De a poco avanza la respuesta al acoso sexual en la UNC. Un grupo de trabajo de la universidad cordobesa busca crear guías de acción para el abordaje de la violencia sexista. El 1° de mayo pasado, un grupo de estudiantes mujeres se desnudó como protesta en la Universidad Complutense de Madrid: pedían que se cumpla con una ley que obliga a los organismos públicos a elaborar un protocolo frente al acoso sexual.
Paralelamente, las universidades de Estados Unidos, y de otros países de Europa como Gran Bretaña, tienen procedimientos específicos a seguir en casos de acoso sexual. En la universidad de Oxford (Inglaterra), por ejemplo, tiene una política y un procedimiento muy específicos para casos de acoso y bullying. Sin embargo, en América latina, aunque existen, las experiencias no son tantas.
En este contexto, la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) fue precursora al mirarse a sí misma y reconocer la dimensión del problema. Así, en una investigación encontró que el 15 por ciento de los 711 docentes encuestados conocía algún caso de acoso sexual dentro de la institución. El 73 por ciento dijo que los casos se dieron entre un profesor y un alumno.
Para saldar esta deuda, un grupo de trabajo de la UNC avanza desde principios de 2014 en la creación de algún tipo de procedimiento ante casos de acoso sexual en particular pero con una mirada más amplia que incluya, por ejemplo, la discriminación de género, la violencia sexista y el acoso laboral en general. Lo integran representantes del gremio docente (Adiuc), del Programa de Género, de la Secretaría de Asuntos Estudiantiles (SAE) y de otras unidades académicas.
Fuente: La Voz
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