Las dudas en la investigación fueron claves. Hablan de corrupción. No se pudo probar el secuestro de Marita
Este fue uno de los argumentos para absolver a los 13 imputados en la causa. El presidente del tribunal dijo que el estado de inocencia de los acusados «no ha sido vencido». Susana Trimarco acusó de corruptos a los jueces y dijo que pedirá contra ellos el juicio político.
Bronca, impotencia y la sensación de un balde de agua fría, además de la “vergüenza” por una Justicia cuestionada, dejó el fallo absolutorio en la denominada causa por el secuestro y desaparición de María de los Ángeles “Marita” Verón, la joven madre tucumana de la que desde 2002 nada se sabe y se cree fue víctima de una red de prostitución.
La creciente expectativa por una condena para cada uno de los 13 acusados, tras una larga pelea de Susana Trimarco, emblema de la lucha contra la trata de personas, cayó al abismo de las preguntas, luego que el Tribunal Penal de Tucumán diera a conocer la sentencia absolutoria para todos los imputados.
Los jueces Alberto Piedrabuena, Emilio Herrera Molina y Eduardo Romero Lascano dictaron sentencia cuatro horas después del horario fijado originalmente y absolvieron a todos los acusados tras lo cual se escucharon insultos y llantos.
La Sala Dos de la Cámara Penal de Tucumán tampoco hizo lugar a la demanda civil y fijo para el día 18 de este mes la lectura de los fundamentos.
Críticas. Una vez conocido el fallo se multiplicaron las críticas hacia los integrantes de la Cámara Penal tucumana. Además de referentes de la política nacional, una de las primeras en expresarse desde Córdoba fue Adriana Domínguez, titular de la delegación del organismo. “La corrupción está en todos lados, en la política, en la justicia, y este fallo es la prueba acabada de ello”, dijo Domínguez.
En horas de la mañana de ayer, cuando pronunciaron la última palabra los cuatro imputados que aún no lo habían hecho, nada hacía presumir el veredicto que cayó como un balde de agua fría, no sólo para Trimarco y sus colaboradores. La sorpresa ha sido muy grande y fue un duro revés para los numerosos funcionarios nacionales y provinciales que arribaron a Tucumán para apoyar a la mujer que impulsó y logró la ley contra la trata de personas.
Los que más festejaron fueron los Rivero de Tucumán y los Gómez de La Rioja, en especial el mellizo que responde al apodo de “Chenga”.
No los juzgaron por trata. Todos los imputados llegaron acusados por los supuestos delitos de sustracción, reten-ción y ocultamiento agravado por su condición de mujer, en concurso con el delito de promoción de la prostitución, en perjuicio de María de los Ángeles Verón.
Pese a ser un caso ícono de la lucha contra la trata de personas en el país (y con repercusión internacional), la causa fue tipificada de esta manera porque en abril de 2002, cuando desapareció “Marita”, aún no existía el delito de trata de personas, que recién se incorporó al Código Penal en abril de 2008 y es de competencia federal.
Convocan a marcha
Redes calientes. La indignación por el fallo se convirtió en un aluvión de mensajes y adhesiones en las redes sociales, en especial en Twitter, desde donde se convocó a una marcha para hoy a las 18 en Colón y General Paz de la ciudad de Córdoba.
TT. Fue tan intensa la participación en Twitter que llegaron a ser seis los hashtags sobre el fallo entre los 10 primeros del país y uno de ellos estuvo tercero en el mundo.
Gobernador. Entre muchas autoridades, funcionarios y famosos de todo el país que se sumaron al reclamo en las redes, el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, expresó en su cuenta: “Todos con Susana Trimarco exigiendo Justicia y buscando a Marita! La absolución es una vergüenza que nos duele y ofende!”.
Todos libres
El tribunal tucumano absolvió a María Rivero, la empresaria que habría ordenado el secuestro; su hermano Víctor, quien habría sido encargado de capturarla; Daniela Milhein, acusada de mantenerla secuestrada en Tucumán; «Liliana» Medina, que regenteaba prostíbulos en La Rioja en la década menemista y dueña de los burdeles más importantes.
También quedaron exonerados los dos hijos de Medina; Domingo Andrada, policía riojano que reclutaba mujeres para los prostíbulos de Medina.
De igual modo fueron absueltos María Azucena Márquez y María Natalia Bustos, sospechadas de formar parte de la red de trata de personas; Carlos Luna y Cintia Gaitano, regentes de prostíbulos en La Rioja; y los tucumanos Juan Humberto Derobertis y Andrés González.
Marita Verón fue secuestrada el 3 de abril de 2002 cuando se dirigía a la Maternidad de la ciudad de Tucumán, tras lo cual su madre, Susana Trimarco, inició una investigación de 10 años para dar con los responsables de la desaparición de su hija.
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