Un operativo intensivo del Afip, detectaron en Las Salinas que trabajadores en el lugar el 100% estaban en «Negro»
Esto sucedía en el Noreste de Córdoba, donde el operativo del Afip, detectó un oscuro panorama en materia de condiciones laborales. El dato más sorprendente: ninguno de los trabajadores relevados estaba registrado.
«Llamó la atención que entre todas las personas que se encontraron, ninguna estuviera inscripta. En principio, es el único caso de todos los operativos que hemos realizado que dio un resultado como éste», reconoció a Día a Día Santiago Cataldo, titular de la delegación Córdoba de la Afip.
Las inspección se realizó en Lucio V. Mansilla –en las cercanías de San José de las Salinas– el viernes pasado, en conjunto con el Ministerio de Trabajo de la Nación. Los 43 trabajadores detectados trabajaban para tres empresas distintas, todas de la provincia de Córdoba y con ingresos informados al fisco superiores a los 2 millones de pesos (en lo que va de 2011), algo que no concuerda con las pésimas condiciones laborales de los empleados.
«Los inspectores pudieron comprobar que estos trabajadores ponen en riesgo su visión, su piel y su sistema respiratorio por menos de 100 pesos por día», indicó la Afip en un comunicado difundido ayer.
Según relataron los propios trabajadores, las tareas se cobran por «tanto», es decir, de acuerdo a cuánta sal puedan extraer. Los obreros explicaron que se les paga entre 15 y 25 pesos por cada volquete que completan y aseguran que hacen seis por día como máximo.
Se trata de un trabajo estacional, durante cuatro meses al año.
Malas condiciones. A los trabajadores se los encontró realizando las tareas en condiciones de extrema gravedad. «Están sometidos a los daños que provoca el salitre en la piel y en las vías respiratorias», precisó Cataldo.
Las tareas consisten en extraer manualmente (con horquillas y palas) una capa de sal de cinco centímetros, que se forma naturalmente en el suelo luego de las intensas lluvias. También destruyen, con pico y pala, enormes piedras de salitre que se forman sobre el terreno.
Los mineros trabajan aislados de todo tipo de servicios sanitarios, ya que las salinas se encuentran a más de cinco kilómetros del pueblo. Cada uno de ellos van a las salinas en sus propios medios. Algunos lo hacen en ciclomotores, en bicicleta o a pie.
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