Presa por mutilar y dejar morir a su bebé. El fiscal pidió prisión preventiva para la madre de un recién nacido que apareció descuartizado. Gustavo Marchetti, fiscal de Carlos Paz, usó 6.778 palabras para justificar y solicitar la prisión preventiva de Johana Elizabeth Arias, una joven madre acusada de dejar morir y mutilar a su último hijo, quien nació sin asistencia médica el 17 de junio de este año y murió poco después, broncoaspirado.
El 28 de junio, la parte superior del cadáver mutilado apareció tirado en el patio de una regia casa de Costa Azul, el barrio más top de Carlos Paz. Sólo 200 metros separan el lugar donde habría nacido, la casa materna, y donde apareció el cuerpito.
Ese mismo día, varios policías salieron a recorrer el recoleto barrio de la Villa. Uno de los investigadores, Eduardo Coronel, llegó hasta la casa de la única vecina que hasta esa hora de la tarde no había sido interrogada porque había trabajado hasta las 16 en una casa de la zona.
Golpeó la puerta y una mujer joven, de tez blanca, robusta y con una criatura en brazos abrió la puerta.
El policía le preguntó si se había enterado la noticia que conmocionaba a Córdoba esa tarde: el hallazgo de un recién nacido mutilado. Lo joven dijo que sí, que su mamá se lo había contado.
El policía insistió: le preguntó si conocía a alguna mujer embarazada en la zona. Más pálida de lo que es, Johana Elizabeth Arias, dijo: “Fui yo, no me quiten a mis hijos”.
Entonces, quebrada por los llantos de dolor y culpa, cayó sobre el piso de la casa usurpada en la que vivía con sus dos pequeños hijos.
17 de junio, madrugada. Lo más probable –dice el fiscal Marchetti en el pedido de prisión preventiva– es que el bebé haya nacido durante la madrugada del 17 de junio. Hubo un parto que nadie asistió, y un embarazo del que sólo la mujer sabía: había ocultado su estado al resto de la familia.
El recién nacido tomó leche y murió a las pocas horas, broncoaspirado. El fiscal carga la tintas contra Johana Elizabeth Arias, a quien acusa de “dejar librado a su suerte (al bebé), al no requerir ayuda médica inmediata, imprescindible para mantenerlo con vida”. Y agrega, como agravante de la situación, que la mujer ya había sido madre en dos oportunidades, por lo que podía representarse que no buscar ayuda médica para el parto y el recién nacido era imprudente.
Marchetti asegura que para ocultar la muerte, la mujer cortó con un objeto filoso los miembros inferiores del niño, desde el abdomen hacia abajo, introduciéndolos en una bolsa de nailon que arrojó al baldío contiguo a su vivienda.
La parte superior del recién nacido habría sido guardada en la vieja heladera color beige que había en la casa usurpada, quizá en el congelador.
Luego, la mujer fue a trabajar a la caso que limpiaba desde hacía cinco años. A media mañana, se sintió mal, se recostó en una cama y pidió permiso para regresar a su casa a cambiarse. Fue y volvió.
Según Marchetti, 10 días después, el 28 de junio, la mujer sacó el cadáver, que probablemente haya estado en la heladera, caminó con él unos 200 metros por la calle de tierra Sebastián Bach, y en la casa ubicada en el 858 lo arrojó en el jardín.
A eso de las 10 de ese viernes soleado, Myriam de Alberione salió a la vereda y descubrió la bolsa negra. Eso reconstruyó el fiscal.
La joven madre quedó detenida cuando se quebró ante el policía, y el 30 de agosto el fiscal Marchetti solicitó su imputación y la prisión preventiva: quiere llevarla a juicio por ser la supuesta autora del delito de homicidio calificado por el vínculo con dolo eventual.
10 días. El cadáver del recién nacido habría permanecido ese tiempo en la heladera de la mujer sospechada.
Hallazgo en Carlos Paz. El 28 de junio de este año, a las 10 de la mañana, en el jardín de una casa apareció el cadáver mutilado del recién nacido. Esa misma tarde, la madre biológica del bebé, una joven de 24 años que vivía a 200 metros del lugar en una casa usurpada, habría reconocido ser la autora del crimen. Habría nacido el 17 de junio antes de las 8 de la mañana, y sobrevivido unas seis horas hasta que murió broncoaspirado.
Muerte violenta de otros bebés en Córdoba. El 25 de julio de 2012, en un descampado de Jesús María, una persona que extraía áridos cerca del río de esa localidad encontró el cadáver de una recién nacida.
Un mes después, el 27 de agosto, el cadáver de un bebé de unos dos días de vida apareció en el basural de Pilar, en el departamento Río Segundo.
Este año, el 12 de abril, el cadáver de una beba recién nacida apareció al pie de un árbol en el Parque Sarmiento, a pocos metros del monumento del General Bustos. Una persona que pasaba por allí se acercó para recoger una bolsa, pensando que podía ser comida o ropa. Al abrirla, dentro de una toalla, descubrió el cuerpito.
Un joven dijo que encontró el cadáver cuando pasaba por el lugar, envuelto en una toalla, dentro de una bolsa.
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