Las diferencias en el seno de la Unión Industrial Argentina (UIA), la mayor entidad de representación empresaria del país, no dejan de sucederse. Mientras aún perdura la interna que provocó la renuncia de Héctor Méndez a la presidencia de esa institución, hace dos semanas, la Unión Industrial de Córdoba (UIC), uno de sus integrantes más fuertes, rechazó en duros términos la ampliación de las licencias no automáticas para el ingreso de productos importados, que anunció el Gobierno la semana pasada y que entrarán en vigencia en 15 días. Así, se diferencia de la UIA, que había bendecido la decisión.
«La UIC manifiesta su profunda preocupación ante las últimas medidas tomadas por el gobierno nacional respecto de la extensión de las licencias no automáticas para una nueva lista de productos e insumos importados. Valoramos la intención del gobierno nacional por defender la industria local», remarcaron.
Los industriales cordobeses continuaron: «pero entendemos que este objetivo no se logra a través de medidas generalizadas, ya que terminan afectando de manera negativa a muchos sectores que utilizan insumos de su cadena productiva que no se fabrican en el país», sostuvo la entidad en un comunicado difundido ayer.
Dos párrafos más adelante asestó una dura acusación a la administración de Cristina Fernández: «Como viene alertando nuestra entidad en los últimos dos años, la aplicación de este tipo de resoluciones es un reconocimiento implícito a la evidente pérdida de competitividad de la industria».
Ercole Felippa, presidente de la UIC, explicó que desde que se anunció la ampliación de las licencias «algunos insumos se encarecieron por decisión de productores locales o por los importadores, que tienen stock». Entre los ítems con dificultades mencionó a los componentes eléctricos para el sector electrónico, autopartes y rodamientos.
El mensaje de la UIC fue el resultado del debate que se mantuvo ayer por la tarde en la sede de la entidad fabril de Córdoba, uno de los centros neurálgicos de la industria argentina, en el marco de la reunión de junta directiva. La conforman cámaras regionales, sectoriales y socios individuales, entre los que se destacan las alimenticias Arcor y Aceitera General Deheza (AGD). Se trata de dos compañías que pisan fuerte en las decisiones de la UIA y ocupan distintos bandos: la primera es una de las más fuertes del grupo Industriales, junto con Techint, mientras que la segunda, de Celeste y Blanca, acaba de colocar a Miguel Acevedo, uno de sus directores, al frente de la entidad en reemplazo de Méndez.
Aun así, la reunión de junta en Córdoba no dejó lugar a dudas. «La UIC forma parte de la UIA pero es un organismo independiente que atiende a los intereses regionales. La extensión de las licencias no automáticas nos pega muy fuerte en Córdoba», remarcó Felippa.
El vicepresidente de la (UIA), Osvaldo Rial, había manifestado la semana pasada el apoyo institucional al sistema de Licencias No Automáticas a las importaciones.
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