El juego es una oportunidad para explorar, descubrir, experimentar, negociar, palpar. En Movimiento es mejor, campaña digital para promover la vida activa y el movimiento en la niñez.
El pedagogo italiano Francesco Tonucci dice que juego, movimiento e infancia son casi sinónimos. «Un niño es niño si puede jugar y puede jugar si puede moverse. Esto ya abre un montón de problemas. No es juego quedarse quieto frente a una pantalla. Puede ser divertido, puede ser interesante, pero el juego necesita condiciones particulares de placer, aventura, descubrimiento, riesgo», dice Tonucci, quien afirma que el movimiento es una de las condiciones más problemáticas para los niños de hoy.
Para promover la vida activa y el movimiento, Fundación Arcor lanzó la campaña digital En movimiento es mejor. El sitio www.enmovimientoesmejor.com ofrece a los adultos diferentes propuestas y juegos para que estimulen a los niños a realizar actividades en movimiento. Además, a través de esta web, se comparten algunas iniciativas de las escuelas realizadas durante la Semana activa, un período en el que las distintas escuelas que forman parte del Programa Escuela en Movimiento (PEM) en Argentina, Brasil y Chile socializaron con sus comunidades las acciones de juego y movimiento que realizan en sus proyectos.
El profesor de Educación Física Raúl Gómez apunta que cuando alguien se mueve, está involucrando a la totalidad de su persona.
«Cada vez que una persona se mueve, toda su emoción y habilidades intelectuales pueden estar implicadas en el propio movimiento», describe para explicar por qué el movimiento corporal es más que actividad física.
Uno de los problemas más graves de salud pública en el planeta es el sedentarismo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 55% de la población no realiza suficiente actividad física. Por esta razón, el programa se propone apoyar proyectos que promuevan la vida activa, a través del movimiento; mediante la creación, fortalecimiento y promoción de espacios, tiempos y condiciones socio-educativas favorables para los niños en la etapa escolar primaria o básica.
En las últimas décadas, se produjo un cambio en la forma de vida, que tiende a ser cada vez más sedentaria. El uso del automóvil, ascensores y modificaciones en la forma de recrearse (televisión, videos juegos, celulares) han reducido la movilidad personal siendo, además, cada vez menor el gasto de energía que se precisa, tanto en el trabajo como en el ocio.
Para evitar el sedentarismo y estimular el movimiento en los más chicos, el pedagogo Víctor Pavía propone «jugar por jugar». «El juego es una oportunidad para explorar, descubrir, experimentar, probar, inventar, crear, negociar, palpar, con la inocente desfachatez que habilita la sensación de estar participando de un acto «inútil», donde lo verosímil tiene prioridad sobre lo verídico», dice el especialista.
Y agrega: «Convengamos que disponer de un tiempo y un espacio para ese tipo de experiencia es muy importante, no sólo para los chicos, sino para cada uno de nosotros».
Un derecho adquirido
La idea de los programas tiene como un punto de partida el marco establecido por la Convención de los Derechos del Niño que reconoce al juego como un derecho de la infancia. El artículo 31 expresa: «el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes».
En la infancia, juego y movimiento corporal forman parte de una acción integrada, que produce gasto energético y alegría, permite el encuentro con otros, incrementa la confianza, permite incorporar conocimiento de todo tipo (biológico, matemático, lingüístico, literario, químico, físico, corporal) y promueve mejoras en las funciones motoras y cognitivas, entre otras dimensiones.
En números
Los principales resultados obtenidos a partir del programa Escuelas en movimiento fueron:
175 proyectos de vida activa
54.500 niños participantes
2800 docentes capacitados
Ag. de Noticias: Dia a Dia
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