Primeros cuidados. Con la transición estacional, el organismo se enfrenta a los primeros fríos, que con la humedad aumentan la circulación de virus. Cómo ayudar a proteger a los más vulnerables de la casa… En lo que lleva desplazar una hoja del almanaque, cambiaron la estación y la temperatura. La percepción es que este otoño la transición fue más corta y la clausura del verano, más abrupta.
Aunque la epidemia del dengue todavía concentra los esfuerzos y la atención, los profesionales de la salud ya se preparan para la demanda habitual de atención por enfermedades respiratorias que, aunque generalmente tienen su pico entre junio y agosto (con incremento desde mayo), es importante comenzar a prevenir desde ahora.
Desde el hospital Pediátrico del Niño Jesús, su directora, Silvia Ferreyra, cuenta que ya ha habido consultas por las denominadas Irab (Infecciones Respiratorias Agudas Bajas), grupo que comprende neumonía, bronquitis, bronquiolitis y gripe o influenza. Estas enfermedades tienen un comportamiento estacional, recuerda Ferreyra. “Son cuadros típicamente del invierno, por eso desde mediados de marzo comenzamos a trabajar, en general con toda la comunidad y en particular con cada familia que acude a la consulta, difundiendo las medidas necesarias para prevenir o reducir la presentación o las complicaciones de estos cuadros en los niños”, explica.
Prevención
Estas infecciones respiratorias son producidas en los pulmones, bronquios o laringe de los bebés y dificultan la respiración. La forma más habitual de contagio es a través de las gotitas de saliva de una persona enferma que tose o estornuda cerca del niño. Y también a través de las manos contaminadas con un virus.
Ferreyra recuerda que “es importante sostener las medidas de prevención todo el año”. Las más importantes son el lavado correcto de manos con agua y jabón, el mantenimiento al día del carné de vacunación para cada edad y sostener la lactancia materna (la leche materna contiene todas las vitaminas y nutrientes que el bebé necesita en los primeros seis meses de vida). Estas prácticas, a su vez, son universales y necesarias para reducir no sólo la incidencia de las enfermedades respiratorias, sino de un gran número de patologías.
“Específicamente para los cuadros respiratorios recomendamos evitar los cambios bruscos de temperatura, airear los ambientes por lo menos cada dos horas, evitar el uso de aerosoles y el humo de cigarrillo, que son irritantes de las vías respiratorias y no estar en lugares muy concurridos con niños menores de un año”, complementó Ferreyra. Además, destacó la importancia de aprender a toser y estornudar tapándose boca y nariz con el pliego interno del codo y consultar en forma precoz ante la presencia de síntomas. Ante esto último, asimismo, subrayó que hay que evitar la automedicación.
El adulto es el primero que debe recordar el lavado de manos y cuando hay niños o bebés no hay que dejar de hacerlo después de llevarlos al baño o cambiar pañales.
Síntomas
Los síntomas en los niños incluyen fiebre, tos o dificultad respiratoria. Los bebés pueden mostrar aleteo de la nariz (que pone de manifiesto respiración acelerada), ronquido o silbido, o hundimiento del tórax. Otras manifestaciones son: agitación, rechazo del alimento, o vómitos.
Laura Moreno, presidenta de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) Filial Córdoba, afirma que el frío, combinado con la humedad, provoca mayor circulación de virus. Destaca, en primer lugar, la importancia de identificar precozmente a los menores que tienen factores de riesgo y preservarlos del contacto con niños que puedan tener infecciones respiratorias. “Que los hermanitos menores de 5 años no contagien a los menores de 1 año”, grafica. Estos últimos son los que tienen riesgo aumentado de bronquiolitis o neumonías y, a su vez, entre ellos hay algunos que son más vulnerables, como los prematuros o los bebés con cardiopatías.
Nunca hay que dar a los niños medicamentos sin receta ni, ni remedios caseros o tés de ningún tipo.
Moreno también recuerda la importancia de mantener la lactancia materna (mínimamente hasta que el niño cumpla los 6 meses, pero lo ideal es que se extienda hasta los 2 años o más). El Ministerio de Salud, asimismo, señala que se debe incrementar la lactancia materna en caso de que el bebé enferme y tenga pérdida de apetito.
Moreno también destaca la necesidad de controlar el aspecto higiénico-ambiental en el hogar, aireando regularmente y evitando que los adultos o niños que se presuma tienen infecciones respiratorias duerman o estén en contacto con los niños más pequeños.
Vacuna antigripal
Por otro lado, la pediatra enfatiza la importancia de cumplir con las vacunas que establece el calendario actualizado. Entre ellas, la antigripal, que los bebés de entre 6 meses y 2 años deben recibir en dos dosis. Se espera que próximamente esté disponible la vacuna correspondiente a las cepas informadas en la temporada invernal del hemisferio norte. Los síntomas de la gripe suelen aparecer a las 48 horas de efectuado el contagio y en niños pequeños, adultos mayores y personas que tienen otras afecciones médicas graves, la infección puede generar graves complicaciones.
Para ayudar a prevenir el contagio del virus respiratorio sincicial, que produce la bronquiolitis, en recién nacidos de riesgo, se aplica desde mayo hasta septiembre, una vez por mes, un anticuerpo monoclonal llamado Palivizumab, como parte de un programa oficial.
Al integrar el sistema sanitario de la Provincia, los hospitales se preparan para afrontar la temporada más fría del año en el marco del denominado “Plan de Contingencia Invernal para el manejo de las Irab (Infecciones Respiratorias Agudas Bajas)”. Este plan comprende acciones en todos los niveles, con el fin de dar una respuesta más ágil y efectiva ante el natural incremento de la demanda de atención que se presenta entre mayo y agosto.
Las autoridades también procuran la prevención, vigilancia epidemiológica, de laboratorio, diagnóstico y tratamiento precoz.
Protección en adultos mayores
Los adultos mayores integran también otro de los grupos hacia los que se orientan los mensajes de prevención desde el momento de transición estacional.
En ese sentido, el doctor Carlos Presman, médico clínico, advierte que “además de mantener las condiciones higiénico-dietéticas recomendadas, es decir, ventilar las habitaciones, dormir la cantidad de horas indicadas, hacer actividad física y mantener una alimentación variada, es importante decir que hay que salir, enfrentar al frío”. “No hay más neumonía en Groenlandia. Es el cambio de temperatura, el paso del calor al frío, lo que altera los mecanismos de defensa”, dice.
A partir de los 65 años se recomienda en todos los casos la vacuna antigripal. También, en algunos casos, la vacuna antineumocócica, sobre todo en quienes tienen enfermedades respiratorias.
El Ministerio de Salud de la Nación recuerda la importancia de tirar a la basura los pañuelos descartables inmediatamente después de usarlos; además de ventilar los ambientes, permitir la entrada de sol en casas y otros lugares cerrados; mantener limpios picaportes y objetos de uso común, no compartir cubiertos ni vasos.
Revisación anual de artefactos a gas
Ante los primeros fríos, es habitual recurrir rápidamente a los medios de calefacción.
Es importante hacer revisar los artefactos a gas antes del inicio de la temporada de uso intensivo. Los equipos de uso doméstico que consumen combustible deben estar instalados por personal matriculado y correctamente mantenidos y operados.
Es preciso hacer verificar que la llama de los artefactos sea azul. Si es de otro color (amarillo o tonalidades anaranjadas o rojas) está funcionando en forma defectuosa, produciendo cantidades anormales de monóxido. Las chimeneas de los hogares a leña y sus tiros también deben ser inspeccionados y limpiados todos los años; mantener los ventiladores y los escapes de humo limpios.
Cuando se calefacciona un lugar se debe dejar siempre un espacio por donde entre aire del exterior. No se debe usar la cocina u horno de gas para calefaccionar una casa.
Al momento de comprar los aparatos, cabe recordar que no hay que colocar calefones en baños o dormitorios, si no tienen tiro balanceado.
Fuente: La Voz
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