El 73% de los fumadores son felices con su actual comportamiento y no quieren dejar de fumar.
«La decisión más saludable que un fumador puede tomar en su vida es abandonar el consumo de tabaco», sostiene Carlos Jiménez, director de la Unidad Especializada en Tabaquismo de la Comunidad de Madrid.
«Para dejar de fumar se pueden seguir dos caminos: uno de ellos es abandonar de forma brusca, y el otro consiste en reducir de forma progresiva el número de cigarrillos consumidos al día, ayudándose con la utilización de terapias de reemplazo de nicotina como paso previo al abandono definitivo», afirma Jiménez.
«Con esta forma de tratamiento del tabaquismo conseguimos que muchos fumadores, que no se plantean el abandono del tabaco porque se sienten incapaces de conseguirlo, cambien sus expectativas y, al percatarse de que son capaces de reducir el número de cigarrillos que fuman diariamente, se animen y den el paso hacia el abandono definitivo del tabaco». El especialista fundamenta esta afirmación en que al ir fumando menos, disminuye también la dependencia a la nicotina mientras aumenta la autoeficacia.
La terapia sustitutiva con nicotina controla el síndrome de abstinencia, porque actúa en forma directa sobre los receptores de nicotina del cerebro, pero no produce los efectos negativos del cigarrillo en el organismo.
Según datos estadísticos, el 73% de los fumadores están contentos con su hábito.
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