Un grupo de expertos convocado por la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) hizo un llamamiento hoy a los fabricantes de alimentos, los consumidores y los gobiernos para que tomen medidas destinadas a reducir el consumo de sal, alegando que esta es una de las formas más eficaces para reducir algunas enfermedades crónicas.
«La elevada presión arterial es el principal factor de riesgo de muerte en todo el mundo y el segundo factor de riesgo de discapacidad», dijo Norm Campbell, profesor de medicina de la Universidad de Calgary y presidente del grupo de expertos de la OPS/OMS. «El consumo de sal está aumentando la presión sanguínea en personas de todas las edades y la reducción del consumo de sal en la población es una de las formas más costo-eficaces de reducir la enfermedad crónica».
En las Américas, de una quinta a una tercera parte de todos los adultos sufren de hipertensión. Si no se trata, la hipertensión ocasiona cardiopatía, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal. A nivel mundial, el tratamiento de la hipertensión consume cerca de 10% de todos los gastos en salud.
Miembros del grupo de expertos dijeron que la reducción del consumo de sal en la población requiere una inversión de entre 4 y 32 centavos de dólar EE.UU. por persona por año, con lo cual ésta es una de las medidas más eficaces en función de los costos para reducir la carga de las enfermedades crónicas.
Los expertos recalcaron que agregar sal en la mesa no es el único problema ya que, en la mayoría de las poblaciones, la mayor cantidad de sal proviene de los alimentos procesados y los ya preparados, como las carnes procesadas, alimentos enlatados, galletas dulces y saladas, panes y hasta cereales para el desayuno.
Los expertos elogiaron a los procesadores de alimentos que ya han empezado a bajar el contenido de sal en sus productos. Sin embargo, señalaron que otros fabricantes todavía tienen que tomar las mismas medidas, por lo que abogaron por la reformulación generalizada de los productos para lograr una reducción «gradual y sostenida» en el contenido de sal y asegurar que todos los productos nuevos sean «naturalmente bajos en sal».
Comentar post