Advierten que el consumo de alcohol entre adolescentes se duplicó en 10 años. Según un informe de Salud de la Nación, la edad de inicio es a los 13 años. Se suman nuevos espacios de consumo.
El consumo de alcohol entre los adolescentes se duplicó en 10 años, la edad promedio de inicio es a los 13 años, y ya no hay diferencia entre mujeres y varones. Esos son algunos de los datos que revela un reciente informe del Ministerio de Salud de la Nación.
“Desde 2001 a 2011 se observa un incremento ostensible (113 por ciento) de la prevalencia de abuso de alcohol en estudiantes secundarios. El mayor aumento del período se observa entre los años 2001 y 2005, con un 67 por ciento”, sostiene el informe, elaborado partir de la 5° Encuesta Nacional a Estudiantes de Enseñanza Media realizada por la Sedronar.
Otro dato es que los espacios de consumo se ampliaron. Ya no se ve sólo en las previas sino también durante el día, antes y después del colegio, según el estudio difundido hoy Clarín .
El informe también indica que aumentaron las consultas por emergencias por consumo de drogas. Entre 2009 y 2012 hubo un 40 por ciento más. La más utilizada es la marihuana.
Razones
El Observatorio de Políticas Públicas en Adicciones del Gobierno de la Ciudad (Oppad) señaló que algunos de los motivos que sirven para explicar los altos niveles de consumo son la “falta de control parental, ausencia de límites, la necesidad de llamar la atención, falta de contención, el fácil acceso (en el hogar, supermercado o delivery)”.
Los especialistas también advierten sobre otros factores. “Durante las últimas décadas en la industria del ocio juega un rol central el creciente poder de las multinacionales del alcohol, cuyas inversiones publicitarias se dirigen predominantemente hacia la población joven”, indicaron Ana Lía Kornblit, Ana Clara Camarotti y Pablo Francisco Di Leo en su reciente libro Brindemos con salud.
“Simultáneamente, desde el mundo de los adultos se han producido dos formas de corrimiento. Por un lado, el abandono por parte de las familias de algunas de sus tradicionales formas de control y de la transmisión de valores; por otro lado, las escasas políticas dirigidas a la creación de espacios públicos destinados a los jóvenes”, sostienen.
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