El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es una enfermedad que se caracteriza por la presencia de obsesiones y/o compulsiones. La edad más frecuente de comienzo es la adolescencia tardía o la adultez temprana. Si su desarrollo no se trata, se vuelve crónica.
Después de las fobias, las adicciones y la depresión, el trastorno obsesivo compulsivo es el trastorno mental más frecuente. Genera discapacidad, pero son pocos los que buscan tratamiento… Este desorden de ansiedad generalmente está asociado a eventos estresantes que se dan en el curso de la propia vida. Además, tanto las obsesiones como las compulsiones, se viven como absurdos.
María Gabriela Fernández, psicóloga especialista en estrés y ansiedad y miembro del Instituto Sincronía, explicó que las obsesiones, en forma de ideas, imágenes o pensamientos, se presentan de forma intrusiva y repetitiva. Su contenido es inapropiado para la persona, por lo que es vivenciado como incómodo y ajeno. «Su contenido es inquietante y desagradable, por lo que la persona afectada intenta resistirse mediante la imposición voluntaria de otro pensamiento o un acto mental o motor», describió la experta.
Las compulsiones, en tanto, son de carácter repetitivo y excesivo y requieren una inversión de tiempo exagerado, obstaculizan el desarrollo de las actividades cotidianas y tienen la función de calmar la ansiedad, aunque sea transitoriamente, mediante rituales. Las más frecuentes son el lavado de manos, el conteo y el chequear hechos o situaciones.
De todos modos, Fernández aclaró que se puede hablar recién de un trastorno cuando las obsesiones y compulsiones se presentan más de una hora por día, todos los días, interfiriendo en las actividades cotidianas, agobiando la vida familiar, social, laboral o académica de la persona.
Obsesiones más comunes
* Temor a contagiar o ser contagiado o contaminado.
* Miedo a realizar una acción violenta, como lastimar a un ser querido o a uno mismo.
* Pensamientos o imágenes acerca de tener relaciones sexuales, con niños o animales, incestuosas, o de tener conductas aberrantes o volverse homosexual.
* Estar extremadamente preocupado y obsesionado por diversas funciones corporales: frecuencia cardíaca, imagen corporal o el temor a desarrollar una enfermedad amenazante para la vida.
* Necesidad de confesar pecados inexistentes o íntimos que se supone haber cometido y estar preocupado por la culpa consiguiente.
* Obsesión de colocar los objetos de manera simétrica o de tener los sucesos ordenados, o hacer y deshacer ciertas acciones motoras de una manera exacta.
* Preguntarse repetidas veces si se ha realizado una acción: ¿cerré la puerta?, ¿apagué la luz?, ¿cerré la llave de gas?
* Acumulación de objetos inútiles: cartón, papel, envases, bolsas de compras, revistas, diarios.
Cómo decirle adiós al TOC
» El tratamiento farmacológico trabaja con antidepresivos de última generación (inhibidores de la receptación de serotonina). Pero cuando se abandona la medicación, la sintomatología vuelve.
» El abordaje cognitivo conductual presenta mejor pronóstico en cuanto a la evitación de recaída.
» El tratamiento consiste en la exposición a lo que se teme (pensamiento o realidad) con la prohibición de realizar conductas de evitación (rituales que buscan neutralizar la fuerza de las obsesiones).
» El paciente se arriesga a experimentar la ansiedad para encontrarse con que es como cualquier otra emoción.
» Se logra un proceso de habituación que lleva a la extinción de las obsesiones y compulsiones.
» El objetivo de mínima es la disminución de síntomas, desarrollando la flexibilidad psicológica necesaria para que la ansiedad interfiera lo menos posible en la vida cotidiana.
Fuente: Dia a Dia
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