El objetivo es reducir en un 90% los nuevos casos y en un 65% la mortalidad en 2030. Las vacunas son una herramienta poderosa, pero también lo son la detección precoz y los tratamientos efectivos para evitar complicaciones.
hepatitis afecta en el mundo a 400 millones de personas y causa 4.000 muertes diarias.
Este jueves es el Día Mundial de la Hepatitis y la Alianza Mundial contra la enfermedad lanzará una iniciativa llamada “NOHep”. Según informaron desde la agrupación, “se trata del primer movimiento internacional que surge para impulsar el apoyo a una campaña clara: eliminar las hepatitis virales para 2030 y evitar 7 millones de muertes en los próximos 15 años”.
De acuerdo con lo dado a conocer por la alianza, sólo el 5 por ciento de quienes sufren alguna forma de hepatitis crónica lo sabe y, después del diagnóstico, menos del 1 por ciento recibe tratamiento efectivo. Esto tiene una explicación: en la mayoría de los países, los altos precios de los nuevos fármacos son la barrera mayor para el acceso a las terapias.
Las causas de hepatitis son: consumo excesivo de alcohol, toxinas, algunos medicamentos y ciertas afecciones. Sin embargo, los especialistas aclaran que la mayoría de las veces son consecuencia de virus. Las hepatitis han sido identificadas con las letras A, B, C, D y E.
“En todo el mundo, unos 240 millones de personas sufren hepatitis B crónica y entre 130 y 150 millones padecen infección crónica por hepatitis C. Si la situación persiste, la infección por hepatitis B podría causar 20 millones de muertes más hasta 2030”, advirtió la alianza. Y agregó: “En cuanto a la hepatitis C, se incrementa el número de infectados, a pesar de que existe una cura efectiva para la enfermedad”.
La Organización Mundial de la Salud alienta a la población a que se informe sobre la infección y busque realizarse controles para saber si la tienen. La enfermedad, en cualquiera de sus variantes es posible de prevenir y a través del diagnóstico precoz se puede tratar para evitar sus complicaciones.
En un primer tramo, la estrategia de la OMS pone especial atención en las hepatitis B y C “debido a la carga que representan para la salud pública”, apuntó la Alianza Mundial contra la Hepatitis.
Entre las metas intermedias propuestas para 2020, está la de cubrir al 90 por ciento de los lactantes con las tres dosis necesarias de vacuna contra la hepatitis B (la primera dosis se aplica inmediatamente después del nacimiento), así como elevar del 5 al 50 por ciento el acceso a diagnósticos de hepatitis B y C y duplicar el número de personas que reciben tratamientos efectivos.
“Si eliminamos la hepatitis viral, podremos aumentar el crecimiento económico, lograr la justicia social y salvar 7,1 millones de vidas antes de 2030”, dicen desde la iniciativa denominada NOHep con el fin de sensibilizar a la población y a los gobiernos y líderes sanitarios.
Los más vulnerables a la infección
La alianza mundial contra la hepatitis describió que los grupos más vulnerables a una posible infección son los trabajadores de la salud, los usuarios de drogas inyectables, los viajeros a zonas de mayor riesgo (como África subsahariana y Asia oriental), las poblaciones que viven en hacinamiento (por ejemplo, las personas que están en establecimientos carcelarios), quienes reciben transfusiones sanguíneas, aquellos expuestos a procedimientos médicos invasivos inseguros y quienes se realicen tatuajes o piercings (también en condiciones no controladas), están en mayor riesgo de infección con los virus de las hepatitis B y C.
Por otro lado, precisaron que el 33 por ciento de las nuevas infecciones por hepatitis B que se producen cada año (y que son aproximadamente 21,7 millones) están causadas por inyecciones inseguras.
La vacuna como forma de prevención. Hay inmunización para algunos tipos de hepatitis virales.
Ag. de Noticias: La Voz
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