“Lo profundo de mi ser llora”, señaló la chica que fue abusada sexualmente por su padre, el cual debía cumplir una pena de ocho años de prisión y fue excarcelado días atrás.
Gran polémica se generó en las últimas horas al conocerse la noticia de que una jueza de San Francisco le había concedido prisión domiciliaria a un hombre que abusó sexualmente de su hija, tras un pedido por riesgo de salud en el marco de la pandemia del coronavirus.
El detenido, Antonio Puntonet, de 61 años, recibió una pena de ocho años y tres meses de prisión, pero apenas cumplió uno en la cárcel de esa localidad, ya que solicitó la prisión domiciliaria debido a diversos problemas de salud, como diabetes e insuficiencia cardíaca.
A partir de la medida concedida por la jueza de Ejecución Penal, María Teresa Garay, los fiscales generales adjuntos de la provincia de Córdoba, José Gómez Demmel y Héctor David, anticiparon en declaraciones a la prensa que solicitarán un jury de enjuiciamiento.
Tras ser excarcelado y hacerse pública esta información, la joven, quien fue abusada cuando tenía 14 años en Las Varillas, publicó una dura carta mostrando su dolor e indignación ante la decisión que tomó la Justicia.
La carta completa de la joven publicada por El Doce:
«¿Cómo me tomó esta noticia?
Este es un escrito de parte de una persona que hoy ya no siente nada. Toda mi vida me movilicé para buscar lo mejor y cambiar la realidad que me aquejaba. Y así fue.
En términos de magnitud, el delito de abuso sexual doblemente agravado termina siendo un detalle a comparación de toda la violencia de género ejercida por esa persona. Le dediqué años de mi vida a que tome responsabilidad de sus actos, en contra de todo pronóstico familiar y social, en pos de conseguir el privilegio de vivir tranquila, en libertad. Y la justicia me acompañó. La justicia validó mi sentir y me protegió.
Pero el 23 de abril, fue un antes y un después. Me enteré por terceros que «mi papá está libre». Que no era prisión domiciliaria. Desde ese día ya no me da más la cabeza. Y yo pregunto… ¿Qué pasó acá? ¿Por qué me tengo que enterar de esta forma? ¿Desde cuándo me soltaron la mano? Yo no pedí esto.
Trato con todas mis fuerzas de vivir lo más normal posible, pero ya sé que no se puede. Pareciera que tuviese que empezar de nuevo, me cuesta y juro que trato de hacer lo mejor. Pero esto es demasiado.
Hoy es un día para el olvido. Es un día en el que lo profundo de mi ser llora. Mi corazón duele y sin entender por qué, ya que desde entonces estoy bloqueada. Sigo creyendo. La fe que me acompaña es muy grande. Pero hoy me invade un fuerte dolor de cabeza.
¿Sabía de la existencia de este pedido?
Yo no supe de este pedido puntual de prisión domiciliaria. Seguía las noticias de los medios de comunicación y si bien podía llegar a ser una posibilidad, parecía muy poco probable. El viernes me enteré (cuando el abogado llamó), que el pedido se resolvió en tres días y el jueves 23/04 le otorgaron la prisión domiciliaria. SIN TOBILLERA. SIN CONTROL ELECTRÓNICO.
¿Interpondré una acción ante esta resolución?
Sí, con toda certeza. Esto lo llevará a cabo mi abogado Juan Manuel Rivero, al cual agradezco profundamente por la profesionalidad con la que abordó este tema desde los comienzos.
¿Qué contacto tenía con mi papá desde que está detenido?
No tenía contacto con el agresor».
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