Científicos argentinos y brasileños descubrieron una estrella que posee los tres rasgos químicos que la hacen un ejemplar «come planetas». Un fenómeno que se da con frecuencia, pero bastante difícil de encontrar.
El trabajo, realizado gracias a un convenio internacional entre Argentina y Brasil, permitió encontrar una estrella que se «había comido» a un planeta o lo había absorbido en su superficie, un evento que aunque se estima frecuente resulta muy difícil de ser observado.
Los científicos, cinco de la Universidad Nacional de San Juan y una del Laboratorio Nacional de Astrofísica de Brasil, demostraron que en la estrella descubierta había un considerable aumento en la «metalicidad», que es el contenido de distintos metales en la atmósfera en el astrio, aumento en los elementos refractarios, es decir pedazos del planeta que consumió, y la presencia de litio en su superficie, algo que no es habitual en las estrellas.
La información fue divulgada por el departamento de Comunicación Institucional de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de San Juan, a través de una entrevista a Carlos Saffe, docente e investigador del Instituto de Ciencias Astronómicas de la Tierra y del Espacio (ICATE), de esa casa de estudios.
El investigador aclaró que se estima que las estrellas que engullen planetas son eventos frecuentes, aunque «las evidencias observacionales son muy difíciles de conseguir, porque hay que hacer un análisis de muy alta precisión y esto tiene que ser respaldado con algunos modelos que logran explicar las observaciones».
La estrella, llamada Hat P4, «forma parte de un sistema binario formado por dos estrellas que orbitan una alrededor de la otra con una separación entre Hat P4 y su compañera, de varios miles de millones de kilómetros».
A través de una «técnica diferencial, que sirve para alcanzar la mayor precisión posible en el análisis químico, pudimos detectar las menores variaciones posibles en la composición, lo que constituye un gran desafío para los estudios de hoy en día», indicó Saffe.
El docente señaló que la ciencia «supone que muchas o casi la mayoría» de las estrellas que crean planetas a su alrededor pueden también consumirlos.
«Hay que imaginarse una estrella que acaba de nacer, una estrella muy joven y generalmente tienen un disco alrededor, en el que se van formando los planetas», explicó.
El especialista consignó que «según las simulaciones, sería frecuente esperar que los planetas sean tragados o consumidos. Es más, puede pasar como en este caso que la estrella puede fabricar uno o varios planetas, como el caso del sol y también consumir algunos de ellos, aunque no necesariamente todos».
«Eso es lo que ocurriría en el caso de la Hat p 4 que tiene un planeta detectado y adicionalmente tiene rasgos químicos que son todos compatibles con haber tragado su segundo planeta» sostuvo.
Saffe participó del proyecto junto al docente Matías Flores y a Marcelo Jaque Arancibia, Emiliano Jofré, Romina Petrucci, que son miembros del ICATE, junto a la científica brasileña Eder Martiroli.
La observación fue realizada a través del telescopio Gemini de Hawai.
«Gemini forma parte de un consorcio internacional en el que hay cinco países, entre ellos Argentina, lo que nos habilita a los astrónomos de aquí a pedir tiempo de observación para las investigaciones que estemos llevando a cabo», dijo Saffe.
El telescopio «es de primera línea y de esos no abundan en el mundo», por lo que los científicos «lo aprovechamos al máximo cada vez que nos toca observar».
En ese contexto, los sanjuaninos que buscaban «desarrollar una teoría sobre como las estrellas fabrican planetas», encontraron entre las 2.700 estrellas ya observadas en la Galaxia, «que una de ellas tenía las características propias de una estrella que se había comido a un planeta», concluyó el docente.
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