En el 2013 se enviaron 100 mil millones de mails por día. ¿Es posible un mundo sin correo electrónico?
Según datos obtenidos por firma de investigación The Radicati Group, en el año 2013 se enviaron alrededor de 100 mil millones de mails al día, sin contar los correos electrónicos personales de los usuarios. Y ésta es una clara señal del éxito de esta herramienta, que une a las personas de todo el globo en tan sólo un instante.
Sin embargo, por Sillicon Valley ya hay rumores de un posible futuro sin el correo electrónico. Y no sólo eso, sino que grandes empresas en los centros tecnológicos del mundo ya se han deshecho de sus cuentas de mail corporativas.
El problema radica en que, aunque el mail haya reducido el precio y trabajo de enviar mensajes, «el costo acumulativo de leer esos mensajes es muy alto. Puede tomar varios minutos abrirlos, leerlos, procesarlos y responder a cada uno, y ese proceso, repetido miles de veces, puede consumir un día laboral», según se desprende del informe.
Un estudio del 2011 de Tom Jackson, de la Universidad de Loghborough, Inglaterra, arrojó el dato de que los correos electrónicos le estaban costando a las compañías más de 15 mil dólares por empleado al año. Además, se probó que se necesitan 64 segundos en promedio para volver a concentrarse tras ser interrumpido al recibir un e-mail.
¿Cuál sería la alternativa?
Hoy existen diferentes tipos de «trabajo en grupo sin email». Plataformas como Slack, Asana, Yammer y demás son más informales y permiten enviar mensajes cortos y rápidos dentro de distintos grupos -abiertos a toda una empresa o sólo entre un equipo.
Este tipo de herramientas permiten, entonces, encontrarle una alternativa al e-mail, que muchos, a pesar de su popularidad, ya encuentran aburrido y trabajoso, en una sociedad que vive cada día más acelerada y en la eterna búsqueda de la optimización del tiempo.
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