El sistema operativo estará basado en Android y permitirá la conexión de objetos comunes a Internet.
Brillo es Android, pero reducido a su parte esencial y pulido de forma que sea útil y cumpla los requisitos de una aplicación de Internet de las Cosas.
Soportará las principales conexiones inalámbricas como Bluetooth LE (de bajo consumo), Wi-Fi y alguna conexión más disponible en Android. La reducción de capas computacionales es grande y se basará en una comunicación Hardware-Kernel-HAL y conectividad.
Aquí es donde entra en juego Wave, un protocolo de comunicación que permitirá conectar a los dispositivos con la «Nube» y nuestro smartphone de forma simultánea con comunicación bidireccional con ambos.
La conectividad simultánea de Bluetooth de última generación, Wi-Fi y su API abierta para comunicarse podría ser la forma de unificar el pequeño desastre que es ahora mismo desarrollar aplicaciones para el Internet de las Cosas.
Brillo y Weave llegarán a finales de año.
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