Día del Inventor… Le dedicó su «doodle» al húngaro nacionalizado argentino que cambió la forma de escribir a mano. Hoy es el 117º aniversario de su nacimiento.
Pocos sabrán quién es ese tal Ladislao José Biró que hoy Google presenta en su ‘doodle’. Aunque su nombre no sea muy conocido, seguramente hoy habrán tenido entre las manos algo que no funcionaría igual de no ser por él. Este húngaro nacionalizado argentino cambió la forma de escribir a mano. Cansado de mancharse y tener problemas con la pluma estilográfica inventó el bolígrafo, o como aún se le conoce en muchos países: el “biro” o «birome».
Ladislao José Biró (Hungría, 1899 – Argentina, 1985) fue un periodista con alma de inventor. Llegó a patentar 32 inventos entre los que destacaban una máquina de lavar la ropa, una caja de cambios automática o un perfumero, pero su obra maestra fue sin duda el bolígrafo.
Estando en Hungría sufría cada vez que tenía que escribir algún reportaje con su pluma estilográfica. Era un martirio para él que se le atascara en mitad de un texto importante o que la tinta húmeda le manchara la mano. Así que junto a su hermano, Georg Biró, logró inventar una tinta con un trazo más fluido y uniforme, ideal para la escritura a mano porque se secaba al momento. El problema estaba en que no era apta para las plumas de la época.
Pocos sabrán quién es ese tal Ladislao José Biró que hoy Google presenta en su ‘doodle’. Aunque su nombre no sea muy conocido, seguramente hoy habrán tenido entre las manos algo que no funcionaría igual de no ser por él. Este húngaro nacionalizado argentino cambió la forma de escribir a mano. Cansado de mancharse y tener problemas con la pluma estilográfica inventó el bolígrafo, o como aún se le conoce en muchos países: el “biro” o «birome».
Ladislao José Biró (Hungría, 1899 – Argentina, 1985) fue un periodista con alma de inventor. Llegó a patentar 32 inventos entre los que destacaban una máquina de lavar la ropa, una caja de cambios automática o un perfumero, pero su obra maestra fue sin duda el bolígrafo.
Estando en Hungría sufría cada vez que tenía que escribir algún reportaje con su pluma estilográfica. Era un martirio para él que se le atascara en mitad de un texto importante o que la tinta húmeda le manchara la mano. Así que junto a su hermano, Georg Biró, logró inventar una tinta con un trazo más fluido y uniforme, ideal para la escritura a mano porque se secaba al momento. El problema estaba en que no era apta para las plumas de la época.
Ya tenía Ladislao José Biró la idea perfecta, pero cuando acudía a expertos en la materia lo trataban de loco. “¿Para qué quiere escribir con una bolita?”, le decían, según su hija. Estas negativas no hicieron más que incitarlo a seguir trabajando en el invento que tenía entre las manos.
El bolígrafo de Biró se patentó en Hungría en 1938 tras un encuentro fortuito con el presidente de Argentina Agustín Pedro Justo. Ambos estaban en una playa yugoslava y el mandatario quedó fascinado con el aparato que utilizaba Ladislao para escribir. Éste le contó las dificultades que tenía para producirlo en masa y el presidente argentino le invitó a ir a su país para llevar a cabo su sueño.
Ag. de Noticias: Google Clarín
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