Tras siete años de trabajo y siete meses de viaje por el espacio, la sonda estadounidense InSight «amartizó» y poco después envió la imagen que despertó una algarabía en el centro de control del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California.
Desde su entrada en la atmósfera de Marte hasta el «amartizaje» y la comunicación con el módulo, los controladores e ingenieros celebraron con abrazos y vítores.
El proceso fue perfecto: la activación del paracaídas, el despliegue de sus patas y la reducción de velocidad de 19.800 km/h a 8 km/h en apenas siete minutos.
La primera foto fue enviada por dos satélites que acompañaron al InSight durante su travesía a Marte.
📸 Wish you were here! @NASAInSight sent home its first photo after #MarsLanding:
InSight’s view is a flat, smooth expanse called Elysium Planitia, but its workspace is below the surface, where it will study Mars’ deep interior. pic.twitter.com/3EU70jXQJw
— NASA (@NASA) 26 de noviembre de 2018
«Mi primera foto en #Marte», escribió NASA en una cuenta creada para el InSight en Twitter. «La tapa de mi lente aún no fue retirada, pero tenía que mostrarles un primer vistazo de mi nuevo hogar».
Es la primera vez desde 2012 que un artefacto logra posarse sobre Marte, después de que lo hiciera el vehículo Curiosity de la NASA, el único actualmente activo en la superficie del planeta rojo.
Solo Estados Unidos ha logrado colocar artefactos allí, invirtiendo en estas misiones con el objetivo de preparar una futura incursión con exploradores humanos para la década de 2030.
Pero más de la mitad de los 43 intentos por llevar a Marte robots, satélites u otros -ejecutados por agencias espaciales de todo el mundo- han fallado.
El InSight, de 993 millones de dólares, tiene el objetivo de registrar sismos en el planeta rojo, que se formó hace millones de años como un planeta rocoso, como la Tierra, pero que aún es un gran misterio.
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