La hermana del exministro había sido autorizada a instalarse en una vivienda de la familia en la capital de Entre Ríos. Pero la sentencia se dio vuelta. La reflexión del dirigente.
Luego del conflicto por la estancia Casa Nueva, Dolores Etchevehere aseguró que este fin de semana la desalojaron de una vivienda de la familia ubicada en la capital de Entre Ríos a pesar de que ya contaba con una orden judicial para instalarse allí.
Según explicó, el juez en lo Civil y Comercial N° 7 de Paraná, Martín Furman le había permitido el pasado 23 de diciembre tomar posesión de la casa, a la que asistió acompañada por militantes del Movimiento de Trabajadores Excluídos (MTE), pero una vez ahí sus hermanos Luis Miguel, Juan Diego y Sebastián se presentaron para rechazar la medida y la sentencia se dio vuelta.
“Primero me negaron la tierra y este sábado me negaron la vivienda, a mí y a mis hijos. Eso es lo que hicieron mis hermanos durante 11 años sin que los hechos tomen estado público. Ahora está todo a la vista”, expresó Dolores en declaraciones a Página 12, y remarcó que al ver a sus hermanos, el juez decidió “repentinamente sentarse en el living de la casa y llamar a los abogados de las partes para hablar”.
Tras varias horas de mediación, Furman dejó sin efecto la posesión de la vivienda y ordenó a los hermanos pagarle a Dolores la suma de $45 mil para que pueda alquilar una casa en Paraná.
La novedad despertó la reacción de Juan Grabois, que inició el Proyecto Artigas junto a Dolores para producir alimentos “sin agroquímicos” en hectáreas que ella donaría de su herencia. “Qué cosa seria estos Etchevehere. Fuman bajo el agua. La verdad, tienen la vaca atada. Tienen tan agarrado de las pelotas al gobernador Bordet y tan disciplinada a la justicia entrerriana que lograron algo realmente inverosímil: que un juez revocara su propia sentencia el mismo día que la dictó”, disparó.
“Los Etchevehere corruptos hacen lo que tienen que hacer. Defienden a su clase. No es su culpa. Pero el gobernador supuestamente ‘peronista’, la Justicia supuestamente ‘ciega’, por miedo, por complicidad, por pactos de poder, por dinero, se arrodillan cada vez más indignamente frente al poder real”, siguió Grabois.
Según el dirigente, cuando Dolores quiso ingresar a la casa llegó la familia Etchevehere “a los gritos”, con frases como “puta”, “vaga”, entre otros, adelante de su hija. “Son patrones, los ricos no piden permiso y ellos son ricos, asquerosamente ricos. Conocen su poder. Son impunes”, aseguró.
“Y ahí la policía baja la cabeza, sí señor, sí señora, sí patroncito. Un Etchevehere pela el celular. Llaman al procurador, al gobernador, al comisario. Con un grito a cada uno, los acomodaron. Una hora después el juez revoca su propia medida… qué ilusos que somos, pensar que algún día la Justicia va a hacer justicia. La hacen salir a Dolores y su hija. Revocan la sentencia. Le dan lectura. Váyase señora”, sostuvo Grabois.
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