LA MESA DE ENLACE ELUDIO DISCUTIR SOBRE MEDIDAS DE FUERZA NI SOBRE SU CONFLICTO INTERNO. Ajeno a la realidad, el núcleo de entidades agropecuarias se limitó ayer a fijar un precio de referencia propio para el trigo, algo más alto que el oficial, aunque dejando afuera a los que no sean de buena calidad. De los conflictos, no se habla.
La Mesa de Enlace decidió fijar su propio valor de referencia para la comercialización de trigo. Tras la reunión realizada ayer en la sede porteña de CRA, los dirigentes del agro establecieron que «el valor teórico que pueden pagar los exportadores se ubica en los 981,90 pesos la tonelada», a diferencia de los 969 pesos del FAS Teórico que fija el Ministerio de Agricultura. Los ruralistas les sugirieron a los productores que no acepten vender el cereal por fuera del nuevo valor de referencia. Pero el dato llamativo está en que la Mesa de Enlace estableció este precio sólo para el trigo de buena calidad (es decir el que cuenta con buenos niveles de gluten y proteínas, que sirve para la panificación), que casualmente era uno de los condicionantes de los exportadores a la hora de pagar el precio pleno. Por otro lado, los ruralistas evitaron profundizar las tensiones dentro de la Mesa de Enlace. El gran ausente de ayer fue Eduardo Buzzi, presidente de FAA, que está de licencia por vacaciones. El federado estuvo representado por su vicepresidente segundo, Julio Currás, quien también se cuidó de no tensar más la relación entre las entidades.
«El mercado sigue complicado. Si bien hubo algunas mejoras en los precios, no hay operaciones disponibles. De cada 100 productores, sólo 10 o 12 pueden vender. Por eso decidimos fijar nuestro precio de referencia, que no es otra cosa que la capacidad teórica que tienen los exportadores de pagar este valor», resumió Mario Llambías, al término de la reunión. Este valor es de 981,90 pesos la tonelada. Sin embargo, se apuró en aclarar que ese precio sólo corre para el trigo de buena calidad. Este es un dato novedoso: la Mesa de Enlace tuvo que aceptar que no todo el trigo puede venderse al mismo precio como reclamaban, porque no toda la producción es de la misma calidad.
Por ejemplo, en amplias zonas de Entre Ríos hay pequeños productores de hasta 300 toneladas que no lograron cosechar el trigo «calidad pan», que es el exigido por los molinos y ahora también por los exportadores. Este dato también explica por qué no todos los productores pueden vender su trigo a precio pleno, análisis que estuvo ausente del discurso de la Mesa de Enlace. Frente a esta situación, los dirigentes aceptaron las condiciones que estaban poniendo –de manera tácita– algunas exportadoras a la hora de pagar el precio pleno. El esquema planteado por los dirigentes deja afuera a los productores que no alcanzaron una producción de alta calidad.
El encuentro de la Mesa de Enlace ya estaba pautado desde hace una semana, pero en las últimas horas la tensión entre sus dirigentes había aumentado a partir de los cruces entre la Federación Agraria y el resto de los integrantes de la mesa. La Sociedad Rural y CRA le reprocharon a Buzzi haber convalidado un acuerdo entre el Gobierno y AFA, la cooperativa vinculada a Federación Agraria, para la venta de 500.000 toneladas a los molinos.
«El sistema de este gobierno es perverso y espurio, que permite la concentración. En esto coincidimos todas las entidades», señaló Biolcati. Y el vicepresidente de FAA agregó: «Queremos que la intervención del Gobierno sea buena, que todos puedan vender su trigo. Hasta ahora fueron todos parches». Si bien durante el encuentro hubo momentos de tensión, las declaraciones de los dirigentes apuntaron a calmar las diferencias internas. De ahí la participación de Currás y no la de Omar Barchetta, vicepresidente primero de FAA y a cargo de la entidad durante la licencia por vacaciones de Buzzi.
«Nos llamó la atención la definición clasista que esgrimió Hugo Luis Biolcati, que sugirió implícitamente que los chacareros éramos hambreados esperando recibir un plato de sopa», había señalado Barchetta a través de un comunicado, un día antes del encuentro. Esas palabras habían sido «dictadas» por Buzzi, quien tenía una postura más rupturista a la que mostró ayer Currás. «Es poco serio esas idas y vueltas, y el resultado puede ser que caiga en sus contradicciones, sin darse cuenta», explicó a Página/12 una fuente federada.
Si bien los ruralistas quisieron dar un mensaje de distensión, los integrantes de Carbap –la confederación de Buenos Aires y La Pampa que forma parte de CRA– tenían otra idea para el encuentro. Los seis dirigentes que asistieron a la reunión llevaron la propuesta de un nuevo lockout por tiempo indeterminado, más una movilización en Capital Federal para el próximo 11 de marzo, cuando se cumpla un nuevo aniversario de la famosa Resolución 125. Sin embargo, las entidades dejaron el análisis de posibles medidas de fuerza para la semana próxima, cuando vuelvan a verse las caras.
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